Por qué Gadafi perderá la guerra de Libia
Por qué Gadafi perderá la guerra de Libia
En Libia, sigue la guerra. Ayer se cumplieron 100 días del conflicto. El frente principal entre Ajdabiya y Brega -difícil definir dónde está con precisión- no se mueve, y si lo hace es a favor de la oposición. Pero los enfrentamientos no cesan en distintos puntos del país: Misurata, Zintan, las montañas del oeste en la frontera con Túnez, el sudeste.
A pesar de la dificultad de los avances, la tendencia clara es hacia la derrota de Gadafi y la caída del régimen. No hay nada que lo asegure, pero sí varias señales.
Occidente no tiene prisa. Barack Obama y David Cameron se reunieron esta semana. Tenían un mensaje claro: “Será un proceso lento, consistente en que podremos desgastar las fuerzas de Gadafi”, dijo Obama. Cameron dijo que la OTAN necesitaba dos cosas en Libia: “Paciencia y persistencia”, pero que era hora de “aumentar la presión” contra el coronel Gadafi.
La guerra no acabará en breve, pero la estrategia es evidente: apretar despacio hasta asfixiar al régimen.
Gadafi se esconde. Según la inteligencia británica, un Gadafi “paranoico” huye de los bombardeos y cada noche dormiría en un hospital distinto para evitar que le cacen. Más allá de si es exacta esta información, según el New York Times, es la primera vez que alguien en Occidente tiene alguna información de dónde podría estar el líder libio. Si fuera así, la decisión de subir la presión contra el régimen, estaría basada en informes de la inteligencia. Los siguientes dos hechos confirmarían esta tendencia.
La OTAN intensifica los bombardeos y ya los lanza de día. Esta semana el bombardeo en Trípoli ha crecido. El martes se lanzaron 28 bombas anti búnker en el recinto del coronel Gadafi; el viernes por la noche se destruyeron sus torres de vigilancia. A la mañana siguiente, hubo los primeros bombardeos en plena luz del día, también contra el cuartel general de Gadafi. Podría significar que el temor a las baterías o radares antiaéreos del régimen ha desaparecido.
Llegan los helicópteros. Francia e Inglaterra tienen helicópteros en barcos frente a la costa libia. Los helicópteros permiten ataques más precisos que los cazas y en ciudades, aunque tienen un problema: al volar más bajo es más fácil derribarlos. Si el régimen logra tocar alguno, podría conseguir las primeras bajas occidentales. Es un riesgo.
Pero los dos países ya han decidido utilizarlos, de momento, en Misurata. La oposición libia ha logrado llevar el frente a las afueras de la ciudad en dirección a Trípoli. Allí resisten -con alguna baja- y allí será más fácil que intervengan los helicópteros. Dos fuentes distintas dan soldados occidentales en la zona para dirigir los bombardeos de los helicópteros.
Un dirigente rebelde, Ahmed Ibrahim, dijo que “ayer [sábado] dos franceses que suelen venir a tomar coordenadas para que la OTAN sepa dónde atacar vinieron al frente. Me dijeron que esta era ‘la tercera etapa’”. Más claro, en los últimos segundos de este vídeo de Al Jazeera en Misurata se ven occidentales entre los rebeldes libios:
La estrategia no es solo acabar con Gadafi, sino que le abandonen. La OTAN repite que su objetivo no es matar al coronel Gadafi. Los ataques contra su recinto, dicen, se dan porque desde allí dirigen a las tropas que matan a civiles en el resto del país. Es dudoso que ese sea el único objetivo.
Los miembros de la OTAN sí que en cambio reconocen abiertamente que una de sus esperanzas es que el círculo de Gadafi le abandone: “No intentamos atacar a personas del círculo íntimo de Gadafi, pero es cierto que les mandamos cada vez mensajes más claros. Gadafi quizá no sea capaz de oírlos, pero los que están a su alrededor harían bien en escucharlos”, dice el secretario de Defensa británico, Liam Fox.
Fuentes poco claras han dicho a Al Jazeera que el primer ministro libio habría abierto una vía de negociación con el gobierno británico.
Rusia cambia de bando. Rusia firmó esta semana una declaración unánime del grupo de potencias occidentales más Rusia (G8) donde se decía que Gadafi debía irse. Luego el presidente ruso, Medvedev, lo confirmó: “La comunidad mundial ya no ve [a Gadafi] como el líder libio. Si ven la declaración, dice que Gadafi ha perdido toda legitimidad. Debe irse”. Es una novedad: Rusia había estado hasta ahora al lado de Gadafi (otro país opuesto a la intervención, China, habría comprado el primer cargamento de petróleo que salió de Tobruk, un puerto dominado por la oposición: 160 millones de dólares).
Rusia, además, se ha ofrecido a mediar. También lo intentará el presidente sudafricano, Jacob Zuma, que mañana viaja a Trípoli. Es difícil que las negociaciones avancen; hay un punto irrenunciable para ambos bandos: Gadafi debe irse o quedarse. No habrá acuerdo.
Trípoli puede levantarse. La capital libia está aparentemente en calma desde hace semanas. La represión hizo que las pocas revueltas que hubo desaparecieran. Ahora, los problemas que hay para llevar una vida normal -falta de gasolina y de futuro- hacen que haya allí más nervios. Incluso las manifestaciones en favor del régimen pierden fuerza.
Bengasi y Misurata viven en calma. Varios periodistas informan estos días de, al contrario que en Trípoli, cómo es de tranquila la vida en las dos grandes ciudades que controla la oposición: Bengasi y el centro de Misurata. En Bengasi, no solo hay de todo, sino que es la mejor ciudad del mundo árabe para ser americano. En Misurata, la ciudad ya empieza a estar limpia (en la foto de @bencnn el alegre equipo de limpieza) y los supermercados, llenos.
Las tribus, con la oposición. Hoy se han reunido miembros de la principal tribu libia, los Warfalla (un millón de personas, una sexta parte de la población), con la oposición en Estambul. El objetivo era mostrarles su apoyo contra Gadafi.
Los Warfalla son de Baniwalid. Ayer las tropas de Gadafi atacaron la ciudad y mataron a 11 personas. El encuentro puede suponer un cambio de dirección en el conflicto libio, según Al Jazeera. Los Warfalla habrían apoyado en algún momento a Gadafi. En la declaración final, pedían a Gadafi: “No te vayas de Libia porque queremos llevarte ante la justicia, te juzgaremos por los 42 años que nos has esclavizado”. Cada día está más cerca.